OFRENDAS Y PETICIONES

 

Babalú Ayé es el Orisha de la lepra, la viruela, las enfermedades venéreas y en general de las pestes y miseria.
En la naturaleza de día se esconde entre la hiedra, el coralillo y el cundeamor para protegerse del sol. Sale de noche
Su número es el 17 y sus múltiplos. Su color es el morado obispo. En el sincretismo se le compara con San Lázaro (17 de Diciembre).

Ofrendas a Babalú Ayé.


Se le ofrenda maíz tostado, ministras de diferentes granos, mazorcas de maíz asadas, pan quemado, agua de coco, vino seco, ajo desgranado, pescado y jutía ahumados, cocos, cocos verdes, cebolla, corojo, cogote de res, etc. Se le inmolan chivo con barba, gallina de guinea, gallo y paloma. Sus Ewe son cundeamor, sargazo, sasafrás, alacrancillo, apasote ateje, piñón botija, bejuco ubí, caisimón, albahaca, zarzaparilla, alejo macho, artemisa, caguairán, cenizo, copaiba, chirimoya, bejuco amarillo, bejuco lombriz, cardosanto, cabolletas, ortiguilla, incienso, millo, pica pica, etc.
Bailes de Babalu Ayé.

Babalu Ayé siempre baja como una persona enferma, con la espalda doblada y manos agarrotadas. Cojea y esta muy débil, cayéndose algunas veces. Su nariz está llena de mocos y su voz congestionada y nasal. Sus movimientos son los de una persona afiebrada, azorando las moscas que se posan en sus heridas abiertas con su aja. Babalu Aye también hace gestos de barrer el aire para limpiarlo de malas influencias. Aquel que se posesiona querrá lamer pústulas o heridas para curar a aquellos que miran la ceremonia. Mientras el bakini bakini se hace, se derrama agua sobre el piso. Todos mojaran sus dedos y se los pasaran por la frente y detrás del cuello. Luego se besan la mano para protegerse contra las enfermedades. Los danzantes se ponen en círculo, bailando doblados y cojeando.
 
Pataki
En los tiempos primitivos, cuando se formó el mundo africano, Babalú Ayé {San Lázaro}, conocido por los Yorubas por el nombre de Chokueta y Chokuono, no quiso llevar una vida organizada, sino vivir por su propia cuenta, y no obedecía a los Orishas mayores.
Debido a eso llegó a recoger tantas enfermedades, y tantas fueron las quejas, que se reunieron los sacerdote de esa tierra y tomaron la decisión de no molestarlo más y despreciarlo por encontrarse en esas condiciones. Nadie le ofrecía ayuda, ni para cuidarlo, ni brindarle ofrendas de ninguna clase, sólo recibía desprecio hasta de muchos de sus propios hijos que lo veían leproso, cojo y caminando con bastón.
Babalú Ayé, viéndose despreciado por su pueblo tomó la decisión de irse a otra tierra.
Cuando en su paso por alguna tribu sus habitantes lo veían, le tiraban detrás agua y decían: ”Mulo Duruku”. Esto quiere decir: “Llévate lo malo”, y con el mismo “Aja” que él usaba, se limpiaban todos.
Echú Alabbana, fue quién lo llevó a casa de Chango en territorio de Ife, donde Changó le dijo a Echú: “Tú siempre traes estos compromisos, pero yo lo miraré”, y así lo hizo, diciéndole que lo habían dejado mudo para que no hablara por desobediente, pero que podía ser venerado y querido en otra tierra, pero antes tenía que hacer ebbo con miniestras y tener un perro siempre con él.
Babalú Ayé agradecido del consejo de Changó le dio las gracias a él y a Echú por haberlo llevado, cuando se retiraba, Changó le dió el perro que se lo había quitado a Oggún.
Continuo Babalú Ayé su camino hasta que llegó a Dahomey, donde todos los nativos le rindieron homenaje al Dios terrestre que ellos así lo creían. En aquel tiempo en esa tierra todos vivían por su cuenta y el rey se creía el Dios absoluto, mataba y hacia lo que le viniera en gana, pero al ver la presencia de Chokuono, él mismo fue y se arrodilló, pidiéndole perdón por todo el mal que le había hecho a todos.
Los nativos al ver eso se sumaron a Chokuono, por lo que Olofi lo consagró por consejos de Chango y mando un fuerte aguacero que limpio de todos los pecados a Chokuono, y en donde estaba parado se abrió la tierra y él tapó los pecados de chokuono, y todos sus males, instalándose en su reino en Dahomey, conocido en Cuba como Arará, por eso es que aunque Babalú Ayé es de los Yorubas, su grandeza y milagros se consagran por mandatos de Olofi en Dahomey, porque ahí quedó la enfermedad encerrada y por ese motivo el habla más firme que Changó que sabe sus secretos.
Echú siempre está con él en su reino, es su guía y portero, responsable.
 
El día 17 de diciembre encender una vela color morado y pedirle a Babalú ayé por la salud y enfermedades, qeu las aleje. Si se puede conseguir una estampa de Babalú ayé o San Lázaro mejor. Ponerle además si se puede alguna ofrenda además de la vela.